1.
El mundo físico, incluidos nuestros cuerpos, es una reacción del observador.
Creamos el cuerpo según creamos la experiencia de nuestro mundo.
2.
En su estado esencial, el cuerpo está compuesto de energía y de información, no
de materia sólida. Esta energía e información es un afloramiento de infinitos
campos de energía e información que abarcan el universo.
3.
La mente y el cuerpo son inseparablemente uno. La unidad que soy yo se separa
en dos corrientes de experiencia. Experimento la corriente subjetiva como
ideas, sentimientos y deseos. Experimento la corriente objetiva como mi cuerpo.
Sin embargo, en un plano más profundo las dos corrientes se encuentran en una
sola fuente creativa. Es a partir de esta fuente desde donde debemos vivir.
4.
La bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia.Creencias, pensamientos
y emociones crean las reacciones químicas que sostienen la vida en cada célula.
Una célula envejecida es el producto final de la conciencia que ha olvidado
cómo mantenerse nueva.
5.
La percepción parece ser automática, pero en realidad es un fenómeno aprendido.
El mundo en que vives, incluida la experiencia de tu cuerpo, está completamente
inspirado en el modo en que aprendiste a percibirlo. Si cambias tu percepción,
cambias la experiencia de tu cuerpo y de tu mundo.
6.
Hay impulsos de inteligencia que crean en tu cuerpo formas nuevas a cada
segundo. Lo que tú eres equivale a la suma total de estos impulsos y, al
cambiar sus esquemas, cambiarás tú.
7.
Aunque cada persona parezca separada e independiente, todos nosotros estamos
conectados a patrones de inteligencia que gobiernan el cosmos entero. Nuestros
cuerpos son parte de un cuerpo universal; nuestras mentes, un aspecto de la
mente universal.
8.
El tiempo no existe como absoluto; sólo la eternidad. El tiempo es eternidad
cuantificada, atemporalidad cortada por nosotros en fragmentos y trozos
(segundos, horas, días, años). Lo que llamamos tiempo lineal es un reflejo de
nuestro modo de percibir el cambio. Si pudiéramos percibir lo inmutable, el
tiempo dejaría de existir tal como lo conocemos. Podemos aprender a re-comenzar
a metabolizar lo inmutable, la eternidad, lo absoluto. Al hacerlo estaremos
listos para crear la fisiología de la inmortalidad.
9.
Cada uno de nosotros habita una realidad que se encuentra más allá de todo
cambio. En lo más profundo de nosotros, sin que lo sepan los cinco sentidos,
existe un íntimo núcleo de ser, un campo de inmutabilidad que crea la
personalidad, el yo y el cuerpo. Este ser es nuestro estado esencial; es quien
realmente somos.
10.No
somos víctimas del envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Éstos son partes
del escenario, no del espectador, que es inmune a cualquier forma de cambio.
Ese espectador es el espíritu, la expresión del ser eterno.
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