Desde Agosto 2009 por una alimentación más amorosa con nosotros, los demás animales y el planeta entero!!!

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lunes, 29 de noviembre de 2010

Chips Integrales Caprese - para la mesa Navideña!!!

Ingredientes

CHIPS INTEGRALES:
Harina integral 600 g;
Azúcar integral 100 g;
Levadura fresca 20 g;
Sal marina 5 g;
Aceite de girasol 2 cdas;
Miel de maíz 1 cdita;
Agua c/n

VARIOS: Tofu extra duro 250 g; Tomates cherry o perita pequeños 250 g; Hojas de albahaca c/n; Sal y Pimienta a gusto.

Preparación

CHIPS INTEGRALES: Encender el horno para precalentar. Realizar una esponja mezclando la levadura con una cucharada de harina, mezclar bien y añadir agua tibia para hidratar. Luego agregar la miel de maíz y dejar descansar para que comience a actuar la levadura. Mezclar el resto de los ingredientes y hacer un hueco en el centro. Una vez que el fermento haya crecido y se vea espuma en la superficie, añadirlo en el hueco de la harina. Mezclar desde el centro hacia afuera, ir agregando agua tibia hasta formar un bollo tierno y pegajoso. Amasarlo bien ayudándose con la mínima cantidad de harina blanca, hasta que la masa quede lisa (indicación de que el gluten ya está desarrollado). Dejar descansar en lugar cálido, cubriendo con nylon o trapo húmedo para que no se reseque la superficie. Una vez que la masa esté descansada, realizar bollitos de 20 a 30 gr (o de la mitad del tamaño final deseado para los chips) y estibar en una placa aceitada. Para que los chips queden con buena forma, lo ideal es estibarlos por hileras, de manera tal que los bollitos que estén en la misma hilera casi se toquen, pero las hileras estén separadas por la distancia de un dedo. Dejar leudar hasta que los bollitos hayan duplicado su volumen (y por lo tanto estén unidos), pintar con agua y llevar a horno fuerte hasta dorar el piso y la superficie. Dejar enfriar muy bien antes de cortar.

VARIOS: Cortar el tofu en láminas finas, del tamaño aproximado de los pancitos, hervir durante un minuto o bien marinar con salsa de soja y aceite de oliva ty dorar con un poco de aceite de oliva en horno o sartén.

ARMADO: Cortar los pancitos y pintar ambas partes con aceite de oliva. Ubicar dentro de cada pancito una lámina de tofu, una hoja de albahaca, una rodaja de tomate (o medio tomate cherry) y condimentar con una pizca de sal marina y pimienta negra recién molida. Armar el sandwich con la otra mitad del pancito y atravesar todo con un escarbadiente si se va a transportar.



Gracias WANDA!!!

Armando mi plato vegano

Cocina Vegana

Cuando empiezas a cocinar al estilo vegano, te preparas un plato con un 50% de cereales integrales por los hidratos de carbono, la proteína y las vitaminas B; un 25% de hortalizas verdes por las vitaminas y la fibra; un 25% de verduras anaranjadas y amarillas por el beta-caroteno; y unas cuantas legumbres por la proteína, la fibra, el hierro y las vitaminas B. Te darás cuenta de que una dieta vegana contiene todos los nutrientes que necesitas incluyendo mucho calcio y los ácidos grasos linoleico y linolénico, pero sin el colesterol, la grasa saturada, los microbios, pesticidas, hormonas y antibióticos que encontrarás en todos los productos animales, especialmente el queso y los huevos.
Permíteme enfatizar un punto crucial para reflexionar:
Todos los beneficios de una dieta vegetariana proceden exclusivamente de su componente vegana. El queso posee más grasa que la carne y procede del mismo lugar. Los huevos poseen más colesterol que el pollo y proceden del mismo lugar. Ninguno de ellos contiene fibra, carbohidratos o cualquier cosa que no se pueda encontrar en los alimentos vegetales de forma más saludable.

Mitos

Existe el mito de que necesitamos los productos lácteos por el calcio y las proteínas. Sin embargo no se conoce ni un sólo caso en la literatura médica de deficiencia de calcio dietético con una dieta suficiente en calorías. Los países con el mayor consumo de productos lácteos (Norteamérica, Holanda, Gran Bretaña, Escandinavia) poseen las mayores tasas de osteoporosis, incluso a pesar de que consumen hasta 1000 mg de calcio al día, el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Sólo los esquimales poseen un consumo superior de calcio, y de hecho presentan la mayor tasa de osteoporosis. La osteoporosis no es una enfermedad de deficiencia en calcio, es una enfermedad de pérdida de calcio provocada en las personas mayores principalmente por comer demasiada proteína animal que es eliminada empleando calcio de los huesos. En China y Africa comen mucha menos proteína animal y casi no conocen la osteoporosis. Los tutsi ingieren sólo 350 mg de calcio al día y sin embargo poseen dientes y huesos fuertes.
En cuanto a la proteína, es prácticamente imposible incurrir en deficiencias con una dieta suficiente en calorías a menos que tomes mucho azúcar y alcohol. Cuando los niños en Africa recuperan la salud tras darles leche, no es debido a la leche, sino debido a que están recibiendo alimento. Sabemos que cuando los africanos y los chinos cambian de su dieta principalmente vegana a la dieta animal occidental, presentan las mismas enfermedades que nosotros, debido al exceso de grasa y al exceso de proteína animal.
La industria láctea intentó desacreditar el veganismo mediante la proteína y el calcio. La industria cárnica lo intentó con el hierro, pero de hecho la deficiencia en hierro no es más común en los veganos que en la población general. Los cereales, las legumbres y las hortalizas de hojas verdes poseen mucho, y la vitamina C extra de nuestra dieta ayuda a absorberlo. A los vegetarianos les gustaría saber que la leche de vaca no contiene prácticamente nada de hierro, razón por la cual la ternera es blanca, mientras que las legumbres contienen en abundancia.
La deficiencia de vitamina B-12 es otro mito. Sólo existen casos anecdóticos en veganos en la bibliografía, e igualmente no es más común entre veganos que en la población general. Ningún animal que podamos comer produce B-12, la obtienen de las bacterias del suelo que recogen con la hierba, del mismo modo que los humanos primitivos la obtenían de la superficie de verduras biológicas o el agua de río, o quizás la producían en sus organismos. Hoy en día si vivimos en un entorno estéril podemos obtener la B-12 de alimentos fermentados como el miso o el tempeh, o productos como la levadura.


Traducido por David Román - vegania@ivu.org

Fuente: http://www.euroveg.eu/evu/spanish/news/news001/vegan.html

NUTRIENTES UNO A UNO - Veganismo para mayores de 60 años

NOTA: ESTE ARTICULO SE TITULA "Veganismo para mayores de 60 años"
pero considero que es util para todos los que buscamos informacion sobre los diferentes nutrientes necesarios de la dieta vegana.


Hoja informativa original de la Vegan Society británica - http://www.vegansociety.com)

Introducción

Una dieta vegana puede proporcionar una dieta adecuada desde el punto de vista nutricional en todas las etapas de la vida. Estudios generales de nutrición en personas mayores han revelado que la ingestión de diferentes vitaminas y minerales, como por ejemplo, la vitamina C, el ácido fólico, la riboflavina, la vitamina D, el hierro, el potasio y la fibra, son inferiores a lo recomendado. A pesar de que no se han llevado a cabo estudios sobre el estado nutricional en personas veganas de avanzada edad, las dietas veganas generalmente contienen las arriba mencionadas sustancias nutritivas en niveles similares a, o mayores que, la población general. Existe una falta de información sobre las necesidades dietéticas específicas para los mayores debido a la diversidad de este grupo de población. Las necesidades de cada individuo dependerán de sus hábitos alimenticios, salud y nivel de actividad.

Recomendaciones generales

Elija una dieta variada y procure tomar frutas y verduras un mínimo de 5 raciones al día, complementándolas con porciones generosas de cereales y legumbres. Una dieta equilibrada desde el punto de vista nutricional ayuda a mantener e impulsar la respuesta inmune – haga hincapié en los cereales integrales, las verduras de hoja verde y los aceites vegetales - como el aceite de alazor, de girasol y de colza.
Más abajo encontrará de manera detallada las sustancias nutritivas que los bromatólogos y especialistas en nutrición han señalado que son de gran importancia en la población de edad avanzada. El término “de edad avanzada” generalmente se refiere a hombres y mujeres en edad de jubilación. El término “de edad muy avanzada” a menudo se utiliza para las personas mayores de 75 años.

La Vitamina D

La vitamina D es muy importante para mantener unos huesos sanos. A pesar de que se puede encontrar en la margarina y en los cereales para desayuno (la D3 es derivada animal; la D2 es vegana). En conclusión, el mayor origen de vitamina D proviene de la exposición de la piel al sol. En los casos en los que los individuos han permanecido durante un período largo en residencias u hospitales con una exposición al sol mínima, se han detectado niveles bajos (1). Por lo tanto, intente salir en verano – aunque sólo pueda dejar al descubierto las manos, cara y cuello en sesiones cortas (pero regulares). Utilice una crema solar para evitar las quemaduras. ¡Incluso sentarse a la sombra contribuirá a la producción de vitamina!

Hierro

La población de edad avanzada puede estar en riesgo de estado de hierro bajo, pero no existe información para cuantificar las necesidades específicas. El hierro proveniente de las plantas (hierro no hemo) se absorbe con menor facilidad que el hierro de origen animal (hierro hemo). No obstante, la vitamina C (por ejemplo de frutas cítricas o zumos de frutas) aumenta en gran medida la absorción de hierro no hemo de los alimentos mientras que los taninos (por ejemplo se encuentran en el té), fitatos y fibra inhiben la absorción. Diferentes estudios muestran que el estado de hierro de los veganos es generalmente normal y la falta de hierro no es más frecuente que en la población general (2).

Calcio

La ingestión de calcio deseable para las personas mayores es una fuente de debate continuo. El COMA (Committee on Medical Aspects of Food Policiy 1987) creyó que no había evidencia concluyente de que una ingestión elevada de calcio prevenga la pérdida de hueso en los mayores, a pesar de que los miembros sugieren que podría ser prudente el consumo de una dieta de alto contenido de calcio en aquellas personas con riesgo de sufrir osteoporosis (huesos porosos o frágiles). No obstante, no parece haber una relación directa entre la densidad ósea de un adulto y la ingestión actual del mismo (2). Sin embargo, los veganos deberían asegurarse de que consumen alimentos que contengan calcio tales como almendras, tofu (elaborado con sulfato cálcico), leche de soja enriquecida, pan, verduras de hoja verde y legumbres. La absorción de calcio es más eficaz en presencia de la vitamina D.

Zinc

La deficiencia de Zinc ha sido asociada con una cicatrización de heridas tardía, reducción de la agudeza del gusto y anorexia en edades avanzadas. Normalmente, las dietas veganas contienen menos zinc que las no veganas. No obstante, las personas mayores con buena salud han presentado un balance de zinc normal, a pesar de la aparentemente mínima ingestión (4), sugiriendo que por lo menos existe un cierto grado de adaptación. Entre los vegetales ricos en este mineral se incluyen nueces, semillas y cereales integrales.

Potasio

Podemos encontrar potasio en casi todos los alimentos. Entre los alimentos altos en potasio encontramos los cereales integrales, fruta, frutos secos y verduras. La depleción de potasio se ha registrado en dietas con una gran cantidad de alimentos refinados y excesiva ingestión de azúcar.
Ácido Fólico
La deficiencia de ácido fólico es más común en las personas mayores (1) debido a su escasa ingestión. En la población general de edad avanzada a menudo se evitan los alimentos que contienen ácido fólico como pueden ser las verduras y la fruta. Sin embargo, los veganos, generalmente alcanzan o exceden la ingestión recomendada.

Riboflavina (Vitamina B2)

El Manual of Dietetics (3) afirma que "la deficiencia de riboflavina raramente se da en los países industrializados, sin embargo es común en los países donde se consume poca carne o pocos productos lácteos. Los que más peligro tienen de estar en riesgo en el Reino Unido son los veganos”. Sin embargo, no se ha registrado ningún caso de deficiencia de riboflavina en veganos. Las fuentes veganas de riboflavina incluyen extractos de levadura, salvado de trigo, guisantes, cereales integrales, legumbres, frutos secos, setas y aguacates.

Vitamina B12

Diferentes estudios han mostrado que la deficiencia de vitamina B12 en los veganos no es muy frecuente y en caso de que ocurra es más probable que sea el resultado de una mala absorción más que una deficiencia a causa de la dieta. No hay pruebas de ninguna necesidad de aumento de esta vitamina en edades avanzadas.
La vitamina B12 es producida por bacterias en los intestinos humanos pero lejos de donde puede absorberse. Por ello, se recomienda que se incluya esta vitamina en la dieta. Para los veganos, los alimentos enriquecidos con vitamina B12 incluyen extracto de levadura, algunos caldos de verduras, TVP, ciertas leches de soja y margarinas, y algunos cereales de desayuno.

Fibra

La fibra es importante para que los alimentos pasen por los intestinos de manera fácil. El estreñimiento es un problema usual en las personas mayores, muchas veces debido a una dieta baja en fibra. No obstante, las dietas vegetarianas son generalmente ricas en fibra, asegurando que el sistema digestivo permanezca saludable, activo y regular. El tiempo de tránsito en las personas mayores no presenta diferencias respecto al de la población más joven. Buenas fuentes de fibra son las frutas, verduras de hoja oscura, cereales y legumbres.

Líquido

Algunas personas mayores pueden experimentar sed con cada vez menos intensidad, lo que puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede causar confusión mental, dolores de cabeza, irritabilidad, por lo que es importante revisar la ingestión de líquidos. Se recomienda beber un mínimo de 6-8 vasos de agua o líquido al día. Para aquellos que estén preocupados por la incontinencia nocturna, deberán tomar líquidos extras en horas anteriores. Intente llevar una dieta integral variada y tome alimentos de los siguientes grupos alimenticios diariamente.

Cereales
Cebada, arroz, trigo (pan, pasta), avena, cereales para el desayuno, mijo, maíz, bulgur, cuscús.

Legumbres
Alubias, guisantes, lentejas (cocinadas o germinadas).

Frutos secos y semillas
Todo tipo de frutos secos, mantequilla de frutos secos (mantequilla de cacahuete, mantequilla de anacardo, etc.), semillas de calabaza, de girasol y de sésamo y tahín (crema para untar de semillas de sésamo). Igualmente, semillas germinadas como la alfalfa y la mostaza.

Verduras (cocinadas y/o crudas)
Verduras amarillas y de hoja verde oscura incluyendo zanahorias, pimientos verdes, brécol, espinacas, endibias y col rizada. Entre otras verduras se incluyen los germinados de legumbres, las patatas, los tomates, la lechuga, la col, el maíz dulce, el apio, las cebollas, los pepinos, la remolacha, la calabaza, el calabacín y la coliflor.

Fruta (fresca, seca y en lata)
Plátanos, naranjas, mandarinas, pomelo, manzanas, mangos, cerezas, uva, melocotones, pera, papayas, kiwis, fresas, frambuesas, moras, pasas, limones y ciruelas.

Algunas fuentes vegetarianas de sustancias nutritivas importantes

Proteínas
Alimentos integrales (por ejemplo, harina, pan y arroz integrales), frutos secos (por ejemplo avellanas, anacardos, coquitos de Brasil, almendras, nueces), semillas (pipas, sésamo, calabaza), legumbres (por ejemplo guisantes, alubias, lentejas), harina de soja, leche de soja, tofu.
Carbohidratos
Cereales integrales (por ejemplo trigo, avena, cebada, arroz), pan integral, pasta y demás productos derivados de la harina, lentejas, alubias, patatas, fruta seca y fresca.

Grasas

Frutos secos y semillas, aceite de frutos secos y de semillas, margarina vegetal, aguacates. Dos ácidos grasos poliinsaturados que no produce el organismo son los ácidos grasos esenciales ácido linoleico (grupo omega 6) y ácido alfa linolénico (grupo omega 3). Entre las buenas fuentes de estos ácidos grasos se incluyen:
ácido linoleico – aceite de alazor, girasol, maíz, prímula y soja
ácido alfa linolénico – aceite de linaza, de semilla de calabaza, nuez, soja y de colza

Vitaminas

A: Zanahorias, espinacas, calabazas, tomates, verduras de hoja verde oscura, margarinas veganas
B: Frutos secos, cereales integrales, avena, muesli, legumbres, extracto de levadura (por ejemplo, Marmite), verduras de hoja verde, patatas, setas y frutas secas
B12: Extractos de levadura enriquecidos (por ejemplo Marmite) y leches de soja (por ejemplo Plamil), margarinas veganas, preparados de “hamburguesas vegetales”, algunos cereales (por ejemplo Kellogg's Fruit & Fibre, Frosties, Common Sense Oat Bran Flakes). Posiblemente: alimentos fermentados (por ejemplo, tamari, miso y tempeh, algas (por ejemplo hijiki, wakame y espirulina).
C: Frutas cítricas (por ejemplo naranjas, limones y pomelos), grosellas, moras, verduras de hoja verde y patatas.
D: La luz solar, algunas leches de soja (por ejemplo Plamil) y margarinas vegetales
E: Frutos secos, semillas, cereales y harinas integrales, aceites vegetales
Ácido fólico: Germen de trigo, verduras de hoja verde crudas o ligeramente cocinadas (por ejemplo berro, brécol, espinacas), levadura, extractos de levadura, frutos secos, guisantes, judías verdes, naranjas, dátiles, aguacates, cereales integrales.
Minerales
Calcio: Melaza, semillas, frutos secos, algarroba, legumbres, miso (pasta de soja fermentada), perejil, higos (secos), algas, cereales, leche de soja enriquecida (algunos tipos están enriquecidos con calcio)
Hierro: Semillas, frutos secos, legumbres, miso, cereales, fruta seca, melaza, algas, perejil, verduras de hoja verde, utilizar cacerolas de hierro para cocer
Zinc: Germen de trigo, cereales integrales, frutos secos, legumbres, tofu, proteína de soja, miso, guisantes, perejil, germinados de legumbres

Ejercicio y estilo de vida

El ejercicio es esencial para mejorar/mantener la fuerza, la agilidad, el equilibrio, la energía y la memoria. Ayuda a protegernos frente a las enfermedades cardíacas, la osteoporosis y muchas más enfermedades crónicas. Pruebe a alternar el ejercicio aeróbico - por ejemplo andar y nadar, con actividades simples que fortalezcan el músculo - por ejemplo levantar pesas o trasladar cosas. A medida que avanza nuestra edad vamos perdiendo tejido muscular importante, así como fuerza muscular. Diferentes estudios muestran que nunca es tarde para reconstruir y fortalecer los músculos con la actividad y el ejercicio adecuados. La masa muscular también determina nuestro metabolismo basal, el cual afecta de manera directa al apetito. Más músculo significa un mayor apetito, lo que se traduce en más sustancias nutritivas para nuestro cuerpo (5).
Las investigaciones muestran sin lugar a dudas que una buena alimentación junto con un estilo de vida activo, puede tener efectos beneficiosos en la salud de la mayoría de las personas mayores y es la mejor manera de retardar o incluso invertir el proceso del envejecimiento.
Las enfermedades cardíacas son el mayor problema de salud en el Reino Unido y la vejez nos hace todavía más susceptibles, en parte porque el nivel de colesterol y la presión sanguínea tienden a aumentar. Una alimentación saludable puede reducir el riesgo. Entre las opciones saludables para el corazón se incluye la avena y otros cereales integrales, los guisantes, las alubias y las lentejas secas.

Problemas médicos

La información arriba dada es sólo relevante para individuos relativamente saludables; las necesidades nutricionales variarán según la enfermedad y la medicación. La Vegan Society no está capacitada para tratar problemas médicos. Si padece algún problema de salud, le sugerimos que contacte al médico de cabecera local o solicite una copia de nuestra Lista de Profesionales Médicos que contiene una lista de médicos de cabecera y médicos alternativos con los que puede contactar y que entienden la dieta y estilo de vida vegano.


Referencias
(1) Department of Health Dietary Reference Values for Food Energy and Nutrients for the UK. Report on health and social subjects No 41. London HMSO 1991.
(2) Langley G (1995) Vegan Nutrition.
(3) Thomas B (1994) Manual of Dietetic Practice 2nd edition Black Well Scientific Publications Elderly people 287-297.
(4) Bunker VW, Clayton BE (1989) Research review: Studies in the nutrition of elderly people with particular reference to essential trace elements. Age and Ageing 18, 422-9.
(5) Nutrition and Elderly People (1992) National Dairy Council Nutrition Service General guidelines for the elderly population.
________________________________________
Traducción realizada por Ainara Alfaro - ainara79alfaro@hotmail.com

FUENTE: http://www.ivu.org/ave/mayores.html

Veganismo y Niños

¿Qué hay de los bebés y los niños?

Según la Asociación Dietética Americana (American Dietetic Association), las dietas vegetarianas contienen todas las necesidades de nitrógeno y aminoácidos que el crecimiento requiere. Para estar seguros, una dieta vegana debería estar bien planeada y probablemente debería incluir leche de soja fortificada. Si vive en un clima frío y no puede llevar a su bebé al sol después de terminar con el amamantamiento, debería agregar una fuente vegana de vitamina D.

Los niños necesitan más ácidos grasos esenciales que los adultos, así que agregar algo más de grasa a su dieta sería una muy buena idea. También es necesario mantener el contenido de fibra en sus comidas bajo, ya que el sistema digestivo subdesarrollado de los niños no la tolera en grandes cantidades. Por lo general el contenido de energía en sus comidas debe ser más alto que para los adultos. Y también hay que asegurarse que reciban un aporte de B12 en forma regular.

¿Cómo puedo asegurarme que mi bebé de 10 meses reciba suficiente B12?

de un miembro de ivu-sci
Los autores de “Volviéndose Vegetariano” (Becoming Vegetarian) recomiendan que los bebés lactantes reciban un suplemento diario de B12 de, por lo menos, 0.5 microgramos (mcg) durante el primer añito de vida y de 0.7 mcg durante su segundo año. Si el bebé es alimentado con fórmulas o la mamá es ovo-lacto-vegetariana, los suplementos no son necesarios.

Para una excelente discusión sobre nutrición vegetariana durante los años de crecimiento, ver Becoming Vegetarian, por Melina, Davis & Harrison, Book Publishing Company, 1995.

¿Pueden un vegetariano y un no-vegetariano criar niños vegetarianos sin hacer que el no-vegetariano parezca “malo”?

de un lector de Portugal:
Creo que sí. Yo, por ejemplo, no veo a mis amigos no-vegetarianos (la mayoría de ellos) y a mi familia entera (ninguno es vegetariano ) como “malos”. El tema es que no es “normal” llevar un estilo de vida alternativo.
En cuanto a los niños, creo que pueden aprender de la interacción que ocurre entre sus educadores y la gente no-vegetariana. Uno podría decirle a un niño que sus abuelitos (el resto de la familia) son buenos y que el hecho de que coman animales no los hace malos – sólo demuestra que no ven (todavía) que los animales sufren y que no necesitan comérselos. No he probado este tipo de explicación (o ninguna, en realidad).


Fuente:

http://www.ivu.org/spanish/faq/children.html

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Brownie de Algarroba con Nueces

Para la mesa dulce en estas fiestas, lo recomiendo con un toque de salsa de naranjas... (receta debajo)

Ingredientes:
100 g de harina de algarroba

100 g de harina integral de trigo

100 g de zanahoria rallada (puede reemplazarse por otro vegetal dulce o fruta)

50 g de azúcar integral

50 g de nueces

1 cdita de bicarbonato de sodio

1/2 cda de aceite de girasol de 1ª presión en frío sin refinar

Varios: ralladura de naranja y/o limón, esencia natural de vainilla

Agua c/n

Procedimiento:

Mezclar en un bol la harina de algarroba y el azúcar integral y añadir agua caliente hasta disolver. Agregar la zanahoria rallada, el aceite, la esencia y la ralladura y dejar enfriar.

En un bol aparte, mezclar bien la harina y el bicarbonato junto con las nueces. Mezclar ambas preparaciones (es muy importante que la preparación líquida no esté caliente al momento de mezclarlas) y añadir agua fría si fuera necesario para lograr una consistencia no muy fluida, como de budín.

Llevar a una fuente de horno de 20 X 20 cm. aceitada y azucarada con azúcar integral o aceitada y espolvoreada con coco rallado. Hornear a horno fuerte (no máximo) por unos 15 minutos o hasta que al introducir un cuchillo en el centro, éste salga limpio. Retirar y dejar q baje la temperatura antes de cortar o desmoldar.

Salsa de Naranjas:

Colocar en un recipiente que pueda llevarse al fuego el jugo y la ralladura de una naranja, junto con una cucharada sopera de miel de maíz. Llevar al fuego y revolver constantemente, para que reduzca y tome consistencia de salsa. Retirar para que baje la temperatura y utilizar para acompañar y decorar postres.

Con el mismo procedimiento se puede realizar salsa de cualquier fruta, utilizando jugos o frutas licuadas.


GRACIAS a WANDA por sus recetas!!!

Contactala para cursos de Cocina Vegana Naturista en Cap Fed a cocinavegana@gmail.com

FESTIVAL INTERNACIONAL DE ALIMENTACIÓN VIVA - BS AS DICIEMBRE 2010






Una breve intro­duc­ción. Velatropa es un Centro Experimental ubi­cado en el pre­dio de Ciudad Universitaria (UBA) en Capital Federal. Es un nodo de desa­rro­llo de for­mas alter­na­ti­vas para enca­rar nues­tro rol como habi­tan­tes del pla­neta tie­rra, foca­li­zando en las pro­ble­má­ti­cas regio­na­les. Desde lo coti­diano hasta lo prác­tico, téc­nico y filo­só­fico se abor­dan las esfe­ras del cono­ci­miento en bús­queda de un desa­rro­llo sus­ten­ta­ble, social, y sobre­todo, didác­tico. Nuestro fin es ser un ejem­plo y una visa­gra entre la forma de vida glo­ba­li­zada y urbana y la loca­li­zada y rural. Sin lle­gar a ser ni una ni la otra brin­da­mos la posi­bi­li­dad de par­ti­ci­pa­ción en la cons­truc­ción de un por­ve­nir más justo con la natu­ra­leza y sus, inclu­yén­do­nos, moradores.

Antes que ser un cen­tro per­ma­cul­tu­ral somos un cen­tro inter­di­ci­pli­na­rio abierto a todo tipo de cono­ci­miento cons­truc­tivo. Como áreas esen­cia­les del lugar se encuen­tran la huerta edu­ca­tiva y el banco de semi­llas, la pana­de­ria como auto­sus­tento y ejem­plo de ali­men­ta­ción, la cons­truc­ción natu­ral y con reuti­li­za­ción de mate­ria­les, y el reci­clado como englo­ba­dor de una con­cien­cia por la natu­ra­leza y una utii­za­ción racio­nal de los recur­sos natu­ra­les, y por último, la edu­ca­ción de nues­tros niños tra­ba­jando en con­junto con cole­gios y otras orga­ni­za­cio­nes escolares.

Velatropa, que com­prende una gran área verde está viva por lo que te espe­ra­mos cual­quier día durante el día para que ven­gas a cono­cer el espa­cio, el grupo y las actividades.

Lee sobre las acti­vi­da­des que esta­mos rea­li­zando actual­mente e infor­ma­ción sobre cómo lle­gar. Puedes ver algu­nas fotos o videos de edi­ción pro­pia y externa. También tene­mos una sec­ción con nues­tras publi­ca­cio­nes y otra con mate­rial perio­dís­tico que nos concierne.

Ante cual­quier duda pue­des escri­bir­nos un men­saje desde la sec­ción de con­tacto.

L@s espe­ra­mos.

martes, 23 de noviembre de 2010

Seminario de Permacultura en Capital Federal DICIEMBRE






Bienvenidos
(aldeavelatropa@gmail.com)

Información del Seminario.

  • La acti­vi­dad es libre con una con­tri­bu­ción suge­rida de $20–30 (a con­fir­mar) para cubrir el costo de los ali­men­tos pero tam­bién pue­des traer ali­men­tos, herra­mien­tas o lo que sien­tan compartir.
  • Pueden que­darse a dor­mir, para lo cual vamos a habi­li­tar un sec­tor de acampe, para lo cual debe­rán lle­gar durante el día. Traigan sus car­pas, alguna fra­zada y lo que con­si­de­ren nece­sa­rio. Las car­pas se des­ar­ma­rán el último día (domingo 5) que ter­mina el Seminario.
  • Si vas a venir a acam­par es muy impor­tante que nos con­fir­mes. Para ello manda un mail aldeavelatropa@gmail.com con con el Título: Confirmación Seminario e informando
    • Cantidad de per­so­nas y nombres.
    • Numero de carpas
    • Y en caso de que no vayan a par­ti­ci­par los cua­tro dias, indi­car cuales.
  • Si creen que pue­den par­ti­ci­par acti­va­mente del Seminario com­par­tiendo sus ense­ñan­zas a tra­vés de alguna charla o taller por favor acér­quense el miér­co­les 24, lunes 29 o miér­co­les 31 al atar­de­cer a Velatropa que esta­re­mos haciendo las reunio­nes orga­ni­za­ti­vas. No es impor­tante que sea estric­ta­mente de los temas men­cio­na­dos en el flyer. Vuestra cola­bo­ra­ción es muy importante.
  • Por favor si no sien­ten que es impor­tante tra­ten de no satu­rar el mail de pre­gun­tas, que no damos a basto. Iremos poniendo aquí la infor­ma­ción necesaria.
  • Pronto amplia­re­mos más infor­ma­ción y el Cronograma.
  • Gracias.

sábado, 20 de noviembre de 2010

LA QUINOA

Se le denomina pseudocereal porque no pertenece a la familia de las gramíneas en que están los cereales "tradicionales", pero debido a su alto contenido de almidón su uso es el de un cereal.

Es un alimento rico ya que posee los 10 aminoácidos esenciales para el humano, esto hace que la quinua sea un alimento muy completo y de fácil digestión.

En su preparación habrá que tener en cuenta que la quínoa posee una toxina denominada saponina que le otorga un sabor amargo característico. Esta toxina suele sacarse a través de métodos mecánicos (pelado) y por lavado en abundante agua.

La quinua posee un excepcional balance de proteínas, grasa, aceite y almidón, un alto grado de aminoácidos, entre los aminoácidos están la lisina (importante para el desarrollo del cerebro) y la arginina e histidina, básicos para el desarrollo humano durante la infancia. Igualmente es rica en metionina y cistina, en minerales como hierro, calcio y fósforo y vitaminas, mientras que es pobre en grasas, complementando de este modo a otros granos y/o legumbres.

El promedio de proteínas en el grano es de 16%, pero puede contener hasta 23%. Esto es más del doble que cualquier otro cereal. El nivel de proteínas contenidas es muy cercano al porcentaje que dicta la FAO para la nutrición humana.

La grasa contenida es de 4 a 9%, de los cuales la mitad contiene ácido linoleico, esencial para la dieta humana. También contiene un alto nivel de calcio, fósforo, hierro.

En contenido nutricional de la hoja de quinua se compara a la espinaca. Los nutrientes concentrados de las hojas tienen un bajo índice de nitrato y oxalato, los cuales son considerados elementos perjudiciales en la nutrición.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Chenopodium_quinoa

La leche, ese producto pernicioso para los seres humanos

“El ser humano es el único mamí­fero que ingiere leche procedente de otro animal pasado el periodo de lactancia. Y lo hace a pesar de saberse que la leche que produce cada mamí­fero es especí­fica para su especie.”
José Ramón Llorente

La leche animal y sus derivados -nata, queso, yogures, helados, batidos, etc.- se encuentran actualmente entre los alimentos de mayor consumo del mundo. Se alaban sus propiedades nutritivas, lo ricos que son y lo imprescindibles que resultan para mantener los huesos sanos merced a su riqueza en proteí­nas, vitaminas y minerales, especialmente el calcio. Pero, ¿es eso verdad, o más bien se trata de productos no precisamente saludables que causan muy diversas patologí­as?

El ser humano es único en la naturaleza por múltiples razones, destacando entre ellas el hecho de que se trata del único mamí­fero que ingiere leche procedente de otro animal pasado el periodo de lactancia. Y lo hace a pesar de saberse que la leche que produce cada mamí­fero es especí­fica para su especie y que la naturaleza la ha hecho idónea para las necesidades de su crí­a y no para las de otra. Es más, la madre Naturaleza previó que los mamí­feros -es decir, los animales que maman- obtengan la leche directamente de las mamas de sus madres sin contacto con agente externo alguno ya que se trata de una sustancia que se altera y contamina con gran facilidad. Los humanos, sin embargo, en el convencimiento de que es sano seguir tomándola siendo ya adultos, hemos alterado hasta las leyes de la naturaleza para poder mantenerla en condiciones adecuadas de consumo. Y, sin embargo, son muchas las evidencias que indican que tan preciado lí­quido está detrás de muchas de las dolencias que hoy nos aquejan.

Obviamente, la composición de cada leche varí­a en función del animal, de la raza, del alimento que haya recibido, de su edad, del periodo de lactancia, de la época del año y del sistema de ordeño, entre otras variables. Y si bien su principal componente es el agua su presunto interés nutritivo radica en que además contiene grasas (ácidos grasos saturados y colesterol), proteí­nas (caseí­na, lactoalbúminas y lactoglobulinas), hidratos de carbono (lactosa, fundamentalmente), vitaminas (cantidades moderadas de A, D y del grupo B) y minerales (fósforo, calcio, zinc y magnesio). Las proporciones dependen ya del tratamiento que se haya dado a la materia prima por lo que no contiene la misma grasa la "leche entera" que la "leche descremada". Ahora bien, ¿es realmente saludable ingerir leche y productos lácteos? Porque, no sólo son muchos los investigadores que discrepan de esa opinión, sino que hay cada vez más estudios que cuestionan esa aseveración.

El problema del calcio


La razón fundamental por la que los nutricionistas occidentales -no así­ los orientales- recomiendan tomar leche y sus derivados es porque la consideran muy nutritiva y especialmente rica en calcio, agregando que la ingesta periódica de ese mineral es imprescindible para mantener la salud, sobre todo la de los huesos. Y en ese convencimiento muchas personas beben cantidades importantes de ella al punto de que algunas -es el caso de millones de norteamericanos- prácticamente la toman en lugar de agua. Sin embargo, es precisamente en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de leche, donde más incidencia de osteoporosis hay entre su población. ¿Alguien puede explicar razonadamente tan singular paradoja?

Lógicamente, no puede extrañar que cada vez más expertos alcen su voz abiertamente afirmando que la leche y sus derivados no sólo no son alimentos adecuados para el ser humano sino que ni siquiera constituyen una buena fuente de calcio porque una cosa es la cantidad de ese mineral presente en ella y otra muy distinta su biodisponibilidad. Además, está por ver si la necesidad de él que precisa el organismo es la que publicitan las empresas lácteas.

Resultan ilustrativos a ese respecto los resultados del estudio que con 78.000 mujeres de entre 34 y 59 años llevaron a cabo durante 12 años varios profesores de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y que fue publicado en el American Journal of Public Health en 1997. Porque sus conclusiones desmienten la tesis de que un mayor consumo de leche u otras fuentes alimenticias de calcio por mujeres adultas las proteja de fracturas propias de la osteoporosis como son las de cadera o antebrazo.

También es interesante recordar el Proyecto Cornell Oxford-China de Nutrición, Salud y Medio Ambiente que se inició en 1983 con un estudio pormenorizado de los hábitos cotidianos de 6.500 habitantes de 65 provincias dispersas de la China rural ya que constituye una de las investigaciones más rigurosas y concluyentes efectuadas en materia de salud. Y ese trabajo demostró -entre otras cosas- que la leche animal desmineraliza a los adultos. Es decir, se comprobó que las mujeres que no tomaban leche de vaca y su único alimento eran el arroz, los vegetales, la soja y sus derivados no padecí­an osteoporosis. Y que, sin embargo, si dejaban esa dieta e introducí­an la leche de vaca sus niveles de calcio bajaban y aumentaba la incidencia de esa patologí­a.

Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el doctor John McDougall -médico nutricionista del St Helena Hospital de Napa (California, Estados Unidos)- sabemos también que la mujeres de la etnia bantú no toman leche pero sí­ calcio procedente de fuentes vegetales y, sin embargo, a pesar de que tienen una media de 10 hijos y los amamantan durante largos periodos, no padecen osteoporosis.

Otro ejemplo de la relación entre leche y osteoporosis lo constituye el trabajo del doctor William Ellis, ex presidente de la Academia Americana de Osteopatí­a Aplicada, quien estableció que las personas que toman de 3 a 5 vasos de leche diarios presentan los niveles más bajos de calcio en sangre. Agregando que tomar mucha leche implica ingerir grandes cantidades de proteí­nas lácteas y éstas producen un exceso de acidez que el organismo intenta compensar mediante la liberación de minerales alcalinos.

En esa misma lí­nea se expresa un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition que afirma que el exceso de proteí­nas de la leche es uno de los factores más importantes en el avance de la osteoporosis. En dicho estudio -publicado ya en 1983- se demostraba que hasta la edad de 65 años las mujeres que no toman leche y son vegetarianas tienen un 18% de pérdida de hueso mientras las omní­voras padecen una pérdida ósea del 35%.

Y estudios más recientes muestran que con una ingesta de 75 gramos diarios de proteí­na láctea se pierde más calcio en la orina del que se absorbe a través de la dieta.

A todo esto hay que añadir que la relación calcio/fósforo de la leche de vaca no es adecuada para el ser humano, pues su contenido es demasiado elevado en fósforo y por eso su ingesta acidifica el organismo. Con las numerosas implicaciones negativas para la salud que ello implica.

La opinión de Jean Seignalet


El finado doctor Jean Seignalet -hematólogo, inmunólogo, biólogo, catedrático de Medicina de la Universidad de Montpellier durante muchos años y autor de más de doscientas publicaciones en prestigiosas revistas médicas- denunció en su obra La Alimentación, la 3ª Medicina que muchas patologí­as y la proliferación actual de otras se debe básicamente a cinco razones: el consumo de cereales domésticos, la ingesta de leche animal y sus derivados, la cocción de los alimentos, el refino de los aceites y la contaminación alimenticia con la consiguiente carencia de vitaminas y minerales. Afirmando en lo que a la leche se refiere lo siguiente: "Muchas personas piensan que prescindir de la leche puede provocarles pérdida de calcio y problemas como la osteoporosis pues la televisión, la prensa y la mayorí­a de los médicos repiten que la solidez de los huesos depende de su cantidad de calcio y sólo el consumo diario de productos derivados de la leche puede aportarles en cantidad suficiente ese precioso calcio. Sin embargo, yo digo firmemente que NO. El peligro de la falta de calcio es una ilusión. Es cierto que la leche de vaca es rica en calcio pero una vez en el tubo digestivo humano la inmensa mayorí­a del mismo es precipitado en forma de fosfato de calcio y expulsado a través de las heces fecales. Sólo una pequeña parte es absorbida. El calcio asimilable es aportado en cantidad más que suficiente por los vegetales: hortalizas, legumbres secas, verduras, carnes crudas y frutos secos y frescos. Además el calcio es un mineral muy abundante en el suelo donde es recuperado por las raí­ces de las plantas. En definitiva, eliminar de la alimentación la leche animal no provoca carencia de calcio. Al contrario, el régimen hipotóxico -desprovisto de derivados de la leche- acompañado de magnesio y silicio bloquea 70 veces de cada 100 la evolución de la osteoporosis e incluso permite a veces recuperar parte del terreno perdido".

La caseí­na de la leche


Mencionábamos al describir la composición de la leche que una de sus proteí­nas principales es la caseí­na. Pues bien, se sabe que el niño lactante asimila completamente las caseí­nas de la leche materna... pero no las de la leche de vaca. Tales proteí­nas sólo se digieren parcialmente por el efecto neutralizador de la leche sobre la acidez gástrica, indispensable para su ruptura.

¿Y qué efectos provoca esa sustancia viscosa que es la caseí­na animal en nuestro organismo? Pues hay que decir que en algunas personas se adhiere a los folí­culos linfáticos del intestino impidiendo la absorción de otros nutrientes (de hecho la caseí­na se utiliza como pegamento para papel, madera, etc.). Además su hidrolización parcial tiene otras consecuencias. Por ejemplo, desembarazarse de sus residuos metabólicos supone un gasto energético suplementario para el organismo y puede provocar problemas inmunológicos. Así­, en personas que presentan deficiencias de inmunoglobulinas IgA esta proteí­na pasa al torrente sanguí­neo y genera gran variedad de reacciones autoinmunes (las mencionaremos más adelante al hablar de las enfermedades relacionadas con el consumo de leche). Y si tenemos en cuenta -como se recoge en un informe del Memorial Kettering Hospital de Nueva York (Estados Unidos)- que la deficiencia de antí­genos IgA es uno de los problemas más comunes en cuanto a deficiencias inmunitarias el problema pasa a tener dimensiones mucho más preocupantes.

Las grasas de la leche


La leche humana contiene 45 gramos de lí­pidos por litro, de los que el 55% son ácidos grasos poliinsaturados y un 45% saturados. Y tiene, sobre todo, un elevado contenido en ácido linoleico, precursor de prostaglandinas y leucotrienos antiinflamatorios. En cambio la leche de vaca -la más consumida- contiene un 70% de ácidos grasos saturados y un 30% de poliinsaturados. Una estructura que favorece la formación de prostaglandinas y leucotrienos inflamatorios. Además, ese 30% de poliinsaturados pierde sus propiedades cuando por efecto del calor -entre 40 y 45 Cº- se desnaturalizan y ya no pueden ser precursores de sustancias antiinflamatorias. Por lo que la leche tratada para poder ser consumida es ¡una sustancia 100% inflamatoria!

Por otra parte, la pasteurización y la homogeneización provocan que las grasas saturadas atraviesen las paredes intestinales en forma de pequeñas partí­culas no digeridas, lo que inexorablemente aumenta los niveles de colesterol y grasas saturadas en sangre. Además, el contenido en colesterol de la leche es superior al de otros alimentos famosos por ser ricos en ese elemento. De hecho, algunos paí­ses ya han retirado la leche de la lista de alimentos fundamentales para la dieta porque se ha observado que los niños que acostumbran a tomar varios vasos de leche al dí­a tienen sus arterias en peores condiciones que los que no la toman. Una información que, curiosamente, no parece haber llegado a Estados Unidos, pues según su Departamento de Agricultura casi el 40% de la comida diaria que ingieren los norteamericanos consiste en leche y/o productos lácteos. Lo cual significa que un estadounidense medio toma diariamente sólo con los productos lácteos 161 miligramos de colesterol. Y eso es tanto como ingerir ¡53 lonchas de tocino al dí­a! Y luego se extrañan de que la cuarta parte de la población norteamericana sea obesa o padezca sobrepeso.

Añadiremos finalmente un dato importante que aporta el ya mencionado doctor John McDougall: en el afán por aumentar sus ventas la industria lechera relaciona el contenido de grasa de la leche... con el peso. Lo que le permite decir que la de vaca contiene "sólo" un 2% de grasa por cada 100 gramos. Y, claro, dicho así­ parece que estemos hablando de un producto bajo en grasa. Sin embargo debemos entender que el 87% de la leche es agua por lo que si descartamos ésta el porcentaje real de grasa sobre la sustancia sólida es mucho mayor. ¡Y no hablemos ya de la leche condensada!

La carga hormonal


Conviene saber también que la leche contiene aproximadamente 59 tipos diferentes de hormonas -pituitarias, esteroideas, adrenales, sexuales, etc.- siendo las más importantes las hormonas del crecimiento cuya acción, unidas a la riqueza proteica de la leche de vaca, hacen posible el rápido crecimiento de los terneros de forma que en breve plazo llegan a doblar su peso. Y es evidente que los humanos no tenemos precisamente esa necesidad. Además, niveles elevados de esa hormona, unidos a otros tóxicos, se consideran hoy causa de la aparición de diversas enfermedades degenerativas.

Hay que añadir a ese respecto que resulta kafkiano tener que reseñar que ya en 1994 la Food and Drug Administration (FDA) -es decir, la agencia del medicamento norteamericana- aprobó que la compañí­a Monsanto usara la Hormona Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH) -también conocida como bovine somatotropin o rbST- para aumentar la producción de leche en las vacas entre un 10 y un 25%. Porque según se publicó en The Ecologist en 1998 "el uso de rBGH incrementa los niveles de otra hormona proteica -el factor de crecimiento 1 tipo insulina (IGF-1)- en la leche de las vacas. Y dado que el IGF-1 es activo en los humanos -causando que las células se dividan- algunos cientí­ficos piensan que una ingesta de leche tratada con altos niveles de rBGH podrí­a dar paso a la división y crecimiento incontrolados de células en los humanos. En otras palabras: cáncer". De hecho, son tantos los peligros potenciales de esa hormona que su uso está prohibido actualmente en Canadá y la Unión Europea, así­ como en otros paí­ses.

La profesora Jane Plant, autora del libro Your life in your hands (Tu vida en tus manos), explica en él que el IGF-1 es además especialmente activo durante la pubertad y el embarazo. En el caso de las niñas púberes -explica- esta hormona estimula el tejido de la mama para que crezca. Y durante el embarazo ensancha los tejidos mamarios y los conductos de la leche materna para favorecer la lactancia. Agregando con rotundidad: "Niveles altos de esta hormona incrementan hasta tres veces el riesgo de padecer cáncer de mama o de próstata por parte de quienes consumen tanto la leche como la carne de las vacas lecheras. Y en contra de la afirmación de que la pasteurización la destruye entiendo que la caseí­na evita que eso ocurra y que la homogeneización facilita que la IGF-1 alcance el torrente sanguí­neo. Asimismo, los propios estrógenos que se añaden a la leche bovina son otro de los factores que estimulan la expresión nociva de esta hormona y que, indirectamente, acaban provocando la aparición de tumores".

Tóxicos en la leche


Debemos añadir que la leche puede además estar contaminada por productos quí­micos, hormonas, antibióticos, pesticidas, pus procedente de las mastitis -tan frecuentes en la vacas ordeñadas permanentemente-, virus, bacterias, priones... Sin olvidar que hoy se "enriquece" tanto la leche como los productos lácteos con aditivos, vitaminas y minerales sintéticos, semillas, plantas, frutas, proteí­nas, ácidos grasos... En algunos casos, por cierto, con grasa de animales distintos. Con lo que uno puede estar ingiriendo leche de vaca enriquecida con grasa de cerdo... sin saberlo.

¿Y cuáles son las sustancias tóxicas que con más frecuencia puede uno encontrarse en un vaso de leche de vaca, la más consumida? Pues son éstas:

Metales y plásticos. El equipo utilizado en la explotación ganadera para obtener, conducir o almacenar la leche puede contaminarla. De hecho se ha llegado a detectar en ella hierro, cobre, plomo, cadmio, zinc, etc., o sus aleaciones. Lo que puede provocar una actividad catalí­tica nefasta sobre las reacciones de oxidación que se producen en ella.

Detergentes y desinfectantes. Hablamos de formol, ácido bórico, ácido benzoico, sales alcalinas, bicromato potásico, etc., sustancias que se emplean en la limpieza y desinfección del material que se pone en contacto con la leche. Su uso está justificado ya que el agua por sí­ sola es incapaz de arrastrar los restos de materia orgánica y destruir las bacterias que contaminan las instalaciones y que pueden pasar a la leche.

Pesticidas y fertilizantes. En la comida que se da a las vacas se pueden encontrar compuestos quí­micos con los que se ha procurado tanto el incremento de las cosechas como su mejor conservación. En este grupo se incluyen acaricidas, nematicidas, fungicidas, rodenticidas y herbicidas. Compuestos quí­micos -DDT, dieldrin, lindano, metoxiclor, malation, aldrí­n, etc.- que pueden ocasionar cáncer.

Micotoxinas. Procedentes del alimento que se da a las vacas cuando éste está contaminado por mohos, muy especialmente por el aspergillus flavus.

Antibióticos y otros fármacos. Actualmente se emplean de forma habitual en el tratamiento y prevención de las enfermedades infecciosas y parasitarias de las vacas pero pueden pasar a la leche contaminándola. Un problema que se agrava al saber que el uso excesivo y continuado de estos fármacos en animales ha acabado provocando que determinadas cepas de gérmenes patógenos se hayan hecho resistentes y al pasar a los humanos éstos encuentren dificultades para superar la enfermedad con antibióticos. Por eso es peligroso el consumo de leche extraí­da de vacas así­ tratadas. Ya en 1976 el diario Daily Herd Management publicaba que "la mayorí­a de las fábricas [de leche] usan cerca de 60 clases de tratamientos quí­micos [antibióticos] para tratar la hinchazón de pezón después de cada ordeñada y para reducir la propagación de mastitis (inflamación de ubres) en sus rebaños. Hay evidencia de que algunas de esas zambullidas quí­micas dejan residuos en la leche que pueden ser peligrosos para los humanos". Diez años después todo seguí­a igual y el prestigioso The New York Times afirmaba que "los residuos de antibióticos en la leche están causando reacciones alérgicas en algunas personas debido a tratamientos rutinarios para prevenir la hinchazón de los pezones de las vacas y programas de infusión en las fábricas lecheras."

Contaminación radioactiva. Es otro de los problemas que preocupan en la actualidad y si bien los residuos producidos por el uso especí­fico de la energí­a nuclear no ocasionan problemas más que en raras ocasiones es necesario prestar atención.

Dioxinas. Estos derivados del cloro merecen atención especial. Además de estar relacionados con el cáncer de pulmón y los linfomas la exposición a las dioxinas se ha relacionado con la diabetes, los problemas de desarrollo del niño y diversos desarreglos del sistema inmune.

Enfermedades relacionadas con el consumo de leche

Ante todo lo expuesto son cada vez más las voces que alertan de la posible relación -más o menos directa- entre el consumo de leche y las dolencias que se relacionan a continuación:

Anemia ferropénica. El doctor Frank Oski -director del Departamento de Pediatrí­a de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins (Estados Unidos)- asevera en su libro Don't Drink Your Milk! (¡No bebas tu leche!) que en su paí­s entre el 15 y el 20% de los niños menores de 2 años sufren anemia por deficiencia de hierro y que la mitad del resto de las anemias que se producen en Estados Unidos están relacionadas con el consumo de leche y sus derivados por los pequeños sangrados gastrointestinales que la leche puede provocar.

Artritis Reumatoidea y Osteoartritis. Está constatado que los complejos antí­geno-anticuerpo generados por la leche se depositan a veces en las articulaciones provocando su inflamación y entumecimiento. Estudios realizados en la Universidad de Florida (Estados Unidos) confirman que los sí­ntomas se agravan en pacientes con Artritis Reumatoidea que consumen leche. Por otro lado, en un artí­culo publicado en la revista Scandinavian Journal of Rheumatology se afirmaba que en personas afectadas de esa patologí­a que dejaron de ingerir lácteos y tomaron sólo agua, té verde, frutas y zumos vegetales entre 7 y 10 dí­as la inflamación y el dolor disminuyeron significativamente. Agregando que cuando alguno volví­a a una dieta lacto-ovo-vegetariana los sí­ntomas reaparecí­an. Por su parte, un grupo de investigadores israelí­es demostró en 1985 -por primera vez- que la leche puede inducir también la artritis reumatoidea juvenil. La asociación de la leche con la artritis reumatoidea del adulto ya se habí­a establecido anteriormente pero no se habí­a hallado ninguna asociación con la juvenil hasta el hallazgo de esos cientí­ficos.

Asma. Se sabe que la leche puede estimular la producción excesiva de moco en las ví­as respiratorias y que la alergia a la leche es causa de asma. Además está completamente demostrado que los niños con exceso de moco y dificultades respiratorias a los que se les retira la leche de vaca mejoran de forma sorprendente.

Autismo. Investigadores italianos descubrieron que los sí­ntomas neurológicos de los pacientes autistas empeoran cuando consumen leche y trigo. Se cree que los péptidos de la leche pudieran tener un efecto tóxico en el sistema nervioso central al interferir con los neurotransmisores. En sus investigaciones los doctores de la Universidad de Roma notaron una mejorí­a marcada en la conducta de esos enfermos tras dejar de ingerirla ocho semanas. En su sangre habí­a altos niveles de anticuerpos contra la caseí­na, la lactoalbúmina y la betalactoglobulina.

Cáncer de estómago. Investigadores del Instituto Nacional de Salud Publica de Morelos (México) encontraron un aumento significativo del riesgo de contraer cáncer de estómago en pacientes que consumí­an productos lácteos. En los que además consumí­an carne el riesgo se triplicaba.

Cáncer de mama. La leche está considerada por muchos expertos causa directa de este "tipo" de cáncer. Si a ello añadimos la influencia que tiene la hormona insulí­nica las probabilidades de sufrirlo aumentan considerablemente en las grandes consumidoras de leche (Discovery DSALUD publicará el mes que viene un artí­culo sobre este importante asunto que tanto preocupa a las mujeres).

Cáncer de ovarios. La galactosa -uno de los azúcares de la leche- se ha relacionado también con el cáncer de ovarios. Algunos investigadores consideran que las mujeres que beben más de un vaso de leche entera al dí­a tienen tres veces más probabilidades de contraer cáncer de ovarios que las que no lo ingieren.

Cáncer de páncreas. Investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) afirman que existe una relación "positiva y fuerte" entre el cáncer del páncreas y el consumo de leche, huevos y carne.

Cáncer de próstata. Un estudio presentado hace más de veinte años en una reunión de la American Association of Cancer Research en San Francisco y publicado en Oncology News ya revelaba, según el doctor Chan -epidemiólogo de la Universidad de Harvard-, que el consumo de mucha leche y sus derivados está asociado con un incremento del riesgo de cáncer de próstata en los hombres. Explicando que ello se puede deber a que el alto contenido de calcio de la leche hace disminuir la cantidad de vitamina D del cuerpo, encargada de proteger del cáncer de próstata a pesar de que la propia leche la contiene. Epidemiólogos italianos del Aviano Cancer Center calcularon ese aumento del riesgo y establecieron que es 1,2 veces mayor entre quienes beben de 1 a 2 vasos de leche diaria que entre los que no la consumen. Sin embargo, si se toman dos o más vasos de leche al dí­a el nivel de riesgo de padecer ese cáncer aumenta a 5.

Otro estudio -realizado por el mismo equipo de investigadores de la Universidad de Harvard- descubrió que los hombres que consumen grandes cantidades de leche y/o lácteos tienen un 70% de riesgo de contraer cáncer de próstata. Opinión que comparte un grupo de cientí­ficos noruegos de la Universidad de Oslo quienes afirman que consumir leche es un riesgo para contraer cáncer de próstata. Añadiendo que, sorprendentemente, el consumo de leche desnatada está asociado con un mayor incremento que la leche entera.

Cáncer de pulmón. Investigadores holandeses concluyeron en 1989 que las personas que toman tres o más vasos de leche diaria tienen dos veces más probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón que los que no la toman. Y que, sin embargo -contra lo que afirman sus colegas noruegos- las personas que toman esa misma cantidad pero de leche desnatada parecen estar más protegidas. También se coligió en el Roswell Park Memorial Institute de Nueva York que entre las personas que beben tres o más vasos de leche entera al dí­a aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en un 200% (comparado con aquellos que nunca la toman). Además se ha documentado que existe relación directa entre la hormona somatotropina y el cáncer de pulmón, y entre éste y las dioxinas que contaminan la leche.

Cáncer de testí­culos. Investigadores británicos descubrieron que también hay relación entre el cáncer testicular y el consumo de leche. El riesgo encontrado fue 7,19 veces mayor que en la población general y aumenta en un 1,39 por cada cuarto de leche adicional que se consume.

Cataratas. Hay una creciente evidencia de la relación entre el consumo de leche y las cataratas. Según diversos estudios cientí­ficos las poblaciones humanas que consumen grandes cantidades de productos lácteos tienen mayor incidencia de cataratas que aquellos que los evitan. Este defecto se ha relacionado con la lactosa y la galactosa. Siendo la relación más evidente entre la mujeres que entre los hombres. El tipo más frecuentemente es la catarata cortical.

Colitis ulcerosa. También el consumo de leche se ha asociado a esta dolencia.

Colon irritable. Hay diversos estudios que vinculan igualmente la ingesta de leche con el desarrollo de esta patologí­a.

Diabetes Mellitus Tipo I. Diferentes investigaciones demuestran que los lactantes alimentados con leche de vaca presentan un mayor riesgo de padecer diabetes insulinodependiente -conocida como diabetes tipo I- ya desde su niñez. Un estudio publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra identifica la leche como "elemento responsable o factor desencadenante en algunas personas genéticamente sensibles" . Los médicos que realizaron la investigación descubrieron que los diabéticos analizados tení­an unos niveles de anticuerpos más altos de lo normal que reaccionaban con una proteí­na de la leche llamada suero de albúmina bovina atacándola como invasora y destruyéndola. Pero resulta que -¡fatal coincidencia!- una sección de esa proteí­na es casi idéntica a una proteí­na de la superficie de las células productoras de insulina por lo cual, según afirman, las defensas de las personas sensibles a ella terminan atacando a sus propias células causando así­ su autodestrucción. Por lo que coligen que eliminar la leche y sus derivados de la dieta infantil podrí­a disminuir drásticamente la incidencia de este tipo de diabetes.

Dolores abdominales sin intolerancia a la lactosa. Existe una estrecha correlación -no discutida- entre la indigestión que causa la lactosa, la intolerancia a la lactosa y la intolerancia a la leche.

Enfermedad de Crohn. El doctor John Hermon-Taylor -director del Departamento de Cirugía de la Escuela de Medicina del Hospital St. George (Gran Bretaña)- afirma tras estudiar la enfermedad de Crohn durante 20 años que la Paratuberculosis -una subespecie delMycobacterium Avium- está indudablemente asociada a esa patología. Y que ese microorganismo se transmite fundamentalmente a través de la leche porque la pasteurización no la destruye. En un estudio realizado entre 1990 y 1994 sobre envases para leche se encontró con que el 7% estaba contaminado con la Paratuberculosis.

Enfermedades coronarias. Numerosos investigadores relacionan algunos componentes de la leche -el colesterol, las grasas, su alto contenido en calcio, la presencia de xantina oxidasa, etc.- con este tipo de dolencias. En el caso de la enzima bovina xantina oxidasa se sabe que sólo causa problemas cuando la leche es homogeneizada y que su daño se centra en los vasos sanguíneos. La posible explicación está en que esta enzima atravesaría intacta las paredes intestinales, se trasladaría a través de la sangre y destruiría el masmógeno, uno de los componentes de las membranas de las células que forman el tejido cardiaco. Uno de esos investigadores es el doctor Kurt Oster, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Park City en Bridgeport (Estados Unidos). Durante un periodo de casi cuatro años Oster estudió a 75 pacientes que sufrían angina de pecho y arteriosclerosis. Pues bien, se eliminó la leche de sus dietas y se les dio ácido fólico y vitamina C -ambas combaten la xantina oxidasa- y en todos los casos el dolor disminuyó. Es más, a ese respecto el doctor Kurt Esselbacher -miembro de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard- afirma sin tapujos: "La leche homogenizada, debido al contenido de xantina oxidasa, es una de las mayores causas de enfermedades coronarias en Estados Unidos".
Hay también estudios realizados en Rusia según los cuales quienes beben tres o más vasos de leche al día tienen 1,7 más probabilidades de padecer enfermedades isquémicas cardíacas que quienes no la consumen. Igualmente se sabe que el consumo habitual de productos lácteos aumenta el colesterol malo (LDL) sin afectar al bueno (HDL) por lo que ya en sí mismos constituyen un factor de riesgo. Y debemos añadir que el consumo de proteínas lácteas parece tener relación directa con la mortalidad coronaria ya que se ha comprobado que los anticuerpos creados contra la caseína activan el sistema plaquetario estimulando la trombogénesis. Además se las relaciona con la inflamación de las paredes de las arterias favoreciendo así el proceso arteriosclerótico.
En cuanto al calcio de la leche cabe decir que parece existir relación entre el endurecimiento de las arterias y el excesivo contenido de este mineral en sangre.
Añadiremos que la leche desnatada se ha asociado con enfermedades coronarias no isquémicas en hombres mayores de 45 años y en mujeres mayores de 75. Se cree que las proteínas de la leche contribuyen a la formación de la homocisteina. Para muchos la conjunción de este tipo de leche, la lactosa, el calcio y la homocisteína podría ser responsable de la calcificación de las arterias.

Esclerosis múltiple. Científicos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) están llevando a cabo en la actualidad extensos estudios acerca de los factores asociados con la esclerosis múltiple y si bien hasta ahora sólo han obtenido conclusiones parciales han podido establecer relación entre la esclerosis múltiple y un excesivo consumo de leche.

Estreñimiento. La leche es causa conocida de estreñimiento en niños y ancianos. Su eliminación de la dieta y un mayor consumo de vegetales y fibra suele resolver ese problema. Asimismo, tanto el estreñimiento crónico como las lesiones perianales se han asociado con una clara intolerancia a la leche de vaca.

Fatiga crónica. Según un estudio realizado con niños en Rochester (Nueva York) en 1991 beber leche aumenta 44,3 veces el riesgo de padecer esta enfermedad.

Fístulas y fisuras anales. Podría deberse al parecer a la alergia a una proteína de la leche de cabra.

Incontinencia urinaria. Muchos niños que mojan las sábanas ya crecidos dejan de hacerlo en cuanto eliminan de su dieta la leche, los productos que la contienen y los derivados lácteos.

Intolerancia a la lactosa. Para poder ser utilizada por nuestro organismo este azúcar de la leche debe ser previamente hidrolizado y eso se consigue gracias a una enzima llamada lactasa que va desapareciendo lentamente cuando comienzan a salirnos los dientes. Parece que en la raza blanca la lactasa permanece durante más tiempo que en la raza negra. Algo que podría deberse a la relación existente entre la melanina y la lactasa. Las personas que viven en lugares fríos tendrían por eso la piel más blanca a fin de aprovechar al máximo las radiaciones solares y sintetizar vitamina D para fijar el calcio.
Se ha observado también que en la mayoría de las personas que no producen lactasa o lo hacen a niveles muy bajos la lactosa no hidrolizada pasa al intestino donde es atacada por las bacterias y las consecuencias son fermentaciones, meteorismo, cólicos, diarreas, etc. Todo lo cual provoca la irritación de las paredes del intestino e incluso microheridas con pérdida de sangre. Y si esas pequeñas hemorragias se producen de forma continuada acaban provocando deficiencias de hierro.
Además la lactosa puede provocar otros trastornos no menos graves ya que es responsable de la asimilación de metales pesados como el cadmio, el mercurio y el hierro así como de otras sustancias tóxicas.

Linfomas. Un estudio realizado en la Universidad de Bergen (Noruega) durante año y medio con casi 16.000 pacientes observó que las personas que consumen dos vasos de leche al día presentan un riesgo 3,4 veces mayor de padecer linfomas que los que beben menos. El mecanismo por el cual eso se produce todavía no está claro a pesar de que se sabe que la leche de vaca puede transmitir el virus de la leucemia bovina. Este mismo estudio encontró una asociación, aunque débil, entre el consumo de leche y el cáncer de riñones y de los órganos reproductivos femeninos.
Otro mecanismo por el cual se pueden contraer linfomas es a través de leche contaminada con dioxinas. En un artículo publicado en el periódico norteamericano The Washington Post se afirmaba que las personas que consumen grandes cantidades de grasa -como carne y productos lácteos son 10 veces más propensas a contraer cáncer, especialmente de pulmón.

Migraña. Se ha comprobado experimentalmente que cuando se suprime la leche de la dieta de pacientes afectos de migraña se reducen significativamente sus síntomas.

Oídos, garganta y sinusitis. En 1994 la revista Natural Health publicaba una serie de hallazgos que relacionan a la leche con el aumento de las infecciones de los oídos y la garganta. Los estudios demostraron que las amígdalas y las adenoides reducían su tamaño cuando se limitaba el consumo de leche.

Reacciones alérgicas. La alergia a las proteínas de la leche de vaca se ha definido como "cualquier reacción adversa mediada por los mecanismos inmunológicos a una o más de las proteínas de la leche (caseína, alfa lacto-albúmina, betalactoglobulina)". Actualmente muchos estudios médicos reconocen la relación entre la leche y las reacciones alérgicas estableciéndose su prevalencia entre un 2 y un 5% de la población mundial. La reacción alérgica puede ser inmediata -es decir, en menos de 45 minutos- o tardía -presentándose horas o días más tarde.

Sangrado gastrointestinal. El sangrado gastrointestinal secundario a la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca en niños ha sido adecuadamente documentado. Tan serio es el sangrado que se le coloca como una de las causas más comunes de anemia en niños.

Síndrome de mala absorción. Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) han comprobado la relación entre las proteínas de la leche y el daño a la mucosa intestinal. Este daño es el responsable del síndrome de mala absorción que se caracteriza por diarreas crónicas, vómitos y retardo del crecimiento.

Trastornos del sueño. Estudios realizados en la Universidad Free de Bruselas entre los años 1986 y 1988 confirmaron la relación entre el consumo de leche y los trastornos del sueño en los niños. Éste y otros estudios han hallado relación entre la alergia a la leche y los problemas para dormir. Todos los síntomas mejoraban cuando se excluía la leche de la dieta y empeoraban cuando era reintroducida. El tiempo promedio para notar la mejoría era de cinco semanas. La agitación que manifestaban esos niños también mejoró.

Úlceras pépticas. En el pasado se aconsejaba tomar leche a las personas que padecían problemas estomacales, en especial en caso de úlceras. En la actualidad esa práctica se desaconseja por considerarse peligrosa y porque se sabe que la leche y sus derivados agravan todos los síntomas. El alivio temporal que sentían esos pacientes se podía deber simplemente al hecho de que normalmente la leche se tomaba fría y era la temperatura del líquido lo que hacía mejorar la situación transitoriamente.

Otras reacciones provocadas por la leche. Además de las expuestas existen otras situaciones y dolencias que se relacionan con la ingesta de leche. Por ejemplo la acidosis láctica severa asociada a la alergia a la leche de vaca, el aumento del riesgo de preeclampsia en mujeres sensibles, la dificultad de aprendizaje en niños o algunos casos de infertilidad femenina. Por último es importante señalar que las madres que toman leche de vaca durante el período de la lactancia exponen a sus hijos a los riesgos asociados a este alimento.


José Ramón Llorente, autor de este texto, es presidente de la Sociedad Española de Nutrición Ortomolecular

Fuente: http://www.animanaturalis.org/p/1106

viernes, 12 de noviembre de 2010

Budin Integral de Naranja (con Miel de Maiz)

Ingredientes:

200 g de harina integral superfina
100 g de miel de maíz
1/2 cda de bicarbonato de sodio
1 cda de aceite de girasol (optativo)
Ralladura y jugo de 2 naranjas
Agua c/n


Preparación:
Encender el horno para precalentar. Aceitar una fuente de horno.
Mezclar bien todos los ingredientes secos. Por otro lado mezclar la miel de maíz con el jugo de naranja y si se desea el aceite.
Agregar los ingredientes secos en los húmedos y mezclar rápidamente (el bicarbonato ya comienza a actuar), agregando agua de ser necesario hasta lograr una consistencia de budín (una pasta bien espesa). Poner la mezcla en la fuente y llevar a horno moderado por 40 minutos o hasta que al introducir un cuchillo en el centro, éste salga limpio. Cuando baje un poco la temperatura desmoldar y dejar enfriar completamente.


Gracias WANDA!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El edulcorante natural

Estamos hablando de la Stevia rebaudiana, uno de los edulcorantes más naturales y sanos. Por sus propiedades está especialmente indicado para pacientes con diabetes. En particular es una planta que se la encuentra en climas cálidos y hasta el momento se han encontrado ya 150 especies propicias para ser fecundadas.


En cada una de sus hojas, encontramos steviosidos y rebaudósidos, estos son los principios activos que le dan el particular sabor dulce, al punto que muchas veces se le da a los niños para que la masquen como un caramelo.

Los descubridores y primeros consumidores de esta planta fueron los indios Guaraníes, quienes la llamaban Kaá-heé, lo que significa “hierba dulce”.

En el año 1919, en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la República Argentina, fue analizada y estudiada, momento en que comprueba su poder como endulzante. Y en el 1921 es reconocida por la Unión Química Internacional como una sustancia 300 veces más dulce que el azúcar.

Es en 1970, en Japón, donde se aprueba por las autoridades sanitarias el uso de la hierba como edulcorante al comprobar su inocuidad. Al momento se suman a la propuesta Brasil, Corea del sur, Israel y China.

Se la comercializa en forma de polvo blanco, de carácter cristalino, inodoro, no higroscópico, no fermentable. Es muy soluble en el agua y resulta dulce aun en soluciones muy diluidas. En su estado natural, sus hojas contienen hierro, manganeso y cobalto. Resulta soluble en agua fría o caliente y no se carameliza ni cristaliza.

Otra destacable propiedad es la de no aportarnos calorías pese a lo dulce que resulta. Esto se debe a que se trata de un endulzante no metabólico, lo que significa que aun cuando confiere dulzura en bebidas, infusiones o comidas, este no se almacena en el organismo.

También posee algunas propiedades terapéuticas, siendo la más destacable el carácter de “hipoglucemiante”, ayudando a reducir el nivel de azúcar en sangre lo que regula la glucosa. También estimula directamente las células beta del páncreas generando así una secreción considerable de insulina. Beneficia paralelamente las vías respiratorias.

En cuanto a sus propiedades terapéuticas, se denota que es levemente hipotensora y diurética; digestiva y antiácida, regulando el PH tanto a nivel digestivo, como el de la sangre y la orina.

Se encarga de descender la presencia de colesterol malo, es vaso dilatadora beneficiando al corazón, es un gran antioxidante y es antimicótico.

Llamativamente se elaboran pastas dentales con la hierba, ya que resulta muy buena para encías sangrantes y evita la formación de caries.

Fuente: http://www.adelgazar.com/